Con el tiempo te das cuenta de que si está al lado esa persona sólo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás no deseando volver a verla. Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados, y que el que no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas. Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida. Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es sólo de almas grandes. Con el tiempo comprendes que si has herido a un amigo duramente, muy probablemente la amistad jamás volverá a ser igual. Con el tiempo te das cuenta que aunque seas feliz con tus amigos, algún día llorarás por aquellos que dejaste ir.
Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible. Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser humano, tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios multiplicados, al cuadrado.
Con el tiempo aprendes a construir todos tus caminos en el hoy, porque el terreno del mañana es demasiado incierto para hacer planes. Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen ocasionará que al final no sean como esperabas.
Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante. Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que están a tu lado, añorarás terriblemente a los que ayer estaban contigo y ahora se han marchado. Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo, ante una tumba… ya no tiene ningún sentido. Pero desafortunadamente, solo con el tiempo..No se puede especular toda la vida. En algún momento hay que empezar a pensar sobre cómo llevar a la práctica nuestras teorías. Sin embargo, hoy por hoy concebimos a los que viven según lo que predican como soñadores. He visto que vivo en un eterno proyecto. Que la meta sea el camino es a veces sólo un pretexto para sobrevivir. Pensarte en el presente es un respiro, pensarte en el futuro me abruma, hay cuando te pienso en el pasado ...no me caigo bien. Voy tocando todo torpemente sin pensar en las consecuencias y aún hay quien me llama valiente por besarlo todo, por desenterrar a los muertos, por enamorarme de un río... No se puede abrazar el agua.
Lo roto otra vez. Con los brillos que aprendí a desprender camuflo las grietas, y parezco más joven, nadie me culpa. Pero ¿Qué es lo he hecho realmente? ¿Qué ha sido de mis textos para vivir? Nunca me he bañado en un río. Y sobre esta cama no descansan las revoluciones que te prometí; sólo tu cuerpo desarmado. No soporto esa imagen, ni tu brazo caliente, y me duele tu voz. Quiero perder los ojos en lo oscuro, me tapo la boca e intento desgastar mi cuerpo con el roce de las sábanas. He pensado en comprarme un traje para escapar y ser como era. Irme y así sentir la lucidez del retiro, verlo todo con distancia, ordenarlo y si es posible repararlo.
Sólo especulo, pero quisiera vivir virtuosamente.
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