
Y cada segundo que pasa es un beso que señala el tiempo, es una marca para recordar que ese instante no se ha perdido. Estudiar de noche, repasar de día con las amigas, mientras él prepara la campaña en su oficina. Y después a comer al Pantheón, como dos jóvenes turistas que sienten curiosidad por Roma pero que no tienen tiempo de visitar museos, monumentos e iglesias hablando en inglés. Pero no tienen la menor duda acerca de la pregunta.
-Disculpe, ¿usted me ama?
No hay comentarios:
Publicar un comentario