miércoles, 12 de agosto de 2009

Ganas.


Tengo unas ansias terribles, incurables, inagotables, de estar entre tus brazos y cerrar mis ojos. Sonreírte mientras yazco en tu calor y fundirme en tu pecho, morir dormida y que me despiertes dulcemente con un beso suave y en silencio. Que esa noche jamás termine. Que tus ojos lo digan todo con su resplandor y que los míos no resistan al mirarte. Que mis sueños nazcan en tu anhelada compañía. Y al despertar y ver tu rostro pensar que eres el hombre de mi vida.

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