nosotros tan pronto acabe nuestra efímera vida,
tendremos que vivir una noche sin fin.
Entonces, dame mil besos y después dame cien,
después hasta dos mil y otra vez cien;
y cuando lleguemos a perdernos a muchos miles...
perderemos la cuenta para ignorarla.
Y para que nadie ni ningún mal nos dañe,
cuando se enteren del total de nuestros besos.
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